Debido a que mis hijos comen en el colegio, muchas veces, mi marido y yo comemos fuera. Como no es plan de ir por semana a un gran restaurante comemos el menú del día en uno de los bares del barrio. Casi siempre el mismo, que además es en el que yo suelo tomar el café.
Pues bien, yo NUNCA tomo postre y mi marido a veces. En el menú va incluido: primer y segundo plato, bebida, pan y postre.
En lugar del postre yo pido un café (cuyo coste es menor que el de un trozo de tarta) y sistemáticamente me cobran un euro por dicho café.
Si ya se, están en su derecho, pero yo me pregunto ¿Al no tomar postre no podrían invitarme al café? Máxime cuando soy clienta habitual.
Es algo que me molesta así que la próxima vez, voy a pedir el postre y guardármelo en el bolso.
La opción correcta, a mi juicio, seria la del menú que ilustra este post.
Pues bien, yo NUNCA tomo postre y mi marido a veces. En el menú va incluido: primer y segundo plato, bebida, pan y postre.
En lugar del postre yo pido un café (cuyo coste es menor que el de un trozo de tarta) y sistemáticamente me cobran un euro por dicho café.
Si ya se, están en su derecho, pero yo me pregunto ¿Al no tomar postre no podrían invitarme al café? Máxime cuando soy clienta habitual.
Es algo que me molesta así que la próxima vez, voy a pedir el postre y guardármelo en el bolso.
La opción correcta, a mi juicio, seria la del menú que ilustra este post.
1 comentario:
Haces bien, te llevas el postre y te lo comes para merendar. Lo de la hostelería es una tomadura de pelo. Tengo que ver tus llamadores de ángeles, una amiga mía lleva tiempo buscando uno.
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