DE REVISION.
Estoy de médicos, nada grave, mi tiroides que como sabéis va como le da la gana.
Así que armada de valor y paciencia he comenzado la tanda de analíticas y consultas anuales.
Lunes: Análisis. Madrugón, llegada a Residencia 8.00 Horas, (a la que abren) numero 64, tengo hay que añadir que una serie de enfermos pasan sin numero. No tengo nada contra ello, que conste.Pero era como si tuviera el numero 1000.
Dos horas después salgo de allí con los análisis hechos y un hermoso esparadrapo que me ha causado alergia y ahora tengo el brazo que da gusto verlo, en un hermoso tono rojo gamba cocida.
Martes: Visita a mi querido endocrino.
- Él. Bueno días, ¿Qué tal?
- Yo: Mal (pienso ¿no me ve, ahora en vez de 20 kilo mas ya son 30?) pero digo “bueno que no logro perder nada de peso.
- ‘él: a ver los análisis
- Yo: No creo que estén, los hice ayer (los análisis de hormonas tardan)
Efectivamente, no estaban, los normales si y todo bien. A partir de hay como ya veía que me iba a mirar con la cara de: si comieras menos otro gallo cantaría. Le cuento mi espartana dieta, intento darle pena, esgrimo contundentes argumentos:
- “Mire usted no es que ahora sea otra persona, es que ahora soy dos personas”
- “Voy al gimnasio: Batuka, (ahora ya no porque no entro en el modelito) GAP, Spinning (la primera clase pensé que no sobrevivía)”
- “Usted no sabe lo buena que estaba yo antes, espere que le enseño una foto”.
- “No no como palmeras de chocolate ni donuts”.
- “Tengo un hijo que peso cuatro kilos y tenia menos barriga que ahora en el momento del parto”.
- “Mi marido va a pedir el divorcio”
El Buen doctor sonreía y me decia:” bueno, ya sabe usted el tiroides es algo complicado, los metabolismos cambian” (no quiero no pensar como me voy a poner con la menopausia), no puedo recetarle nada mas que la hormona que ya esta tomando. Al final ya harta de que la conclusión fuera: es usted gorda resignese. Le dije: ¿y si me receta ir a “Supervivientes”? Claro, se partio de risa (estaba claro que veia el programa. Pero luego me lo pensé mejor y le dije; “no déjelo que seguro que no adelgazaba nada y me acusaban de robar el pan Bimbo”.
Así que resignada, le pregunte por el nuevo medicamento para adelgazar “Allí” y le pareció bien (debía tener una gana loca de que me largara), pero claro “no lo receta la SS (que raro verdad?).
Bien, ya lo tengo, son unas pastillitas muy monas de color azul Viagra, que he empezado a tomar. Ya os contare aunque no confió mucho...
Estoy de médicos, nada grave, mi tiroides que como sabéis va como le da la gana.
Así que armada de valor y paciencia he comenzado la tanda de analíticas y consultas anuales.
Lunes: Análisis. Madrugón, llegada a Residencia 8.00 Horas, (a la que abren) numero 64, tengo hay que añadir que una serie de enfermos pasan sin numero. No tengo nada contra ello, que conste.Pero era como si tuviera el numero 1000.
Dos horas después salgo de allí con los análisis hechos y un hermoso esparadrapo que me ha causado alergia y ahora tengo el brazo que da gusto verlo, en un hermoso tono rojo gamba cocida.
Martes: Visita a mi querido endocrino.
- Él. Bueno días, ¿Qué tal?
- Yo: Mal (pienso ¿no me ve, ahora en vez de 20 kilo mas ya son 30?) pero digo “bueno que no logro perder nada de peso.
- ‘él: a ver los análisis
- Yo: No creo que estén, los hice ayer (los análisis de hormonas tardan)
Efectivamente, no estaban, los normales si y todo bien. A partir de hay como ya veía que me iba a mirar con la cara de: si comieras menos otro gallo cantaría. Le cuento mi espartana dieta, intento darle pena, esgrimo contundentes argumentos:
- “Mire usted no es que ahora sea otra persona, es que ahora soy dos personas”
- “Voy al gimnasio: Batuka, (ahora ya no porque no entro en el modelito) GAP, Spinning (la primera clase pensé que no sobrevivía)”
- “Usted no sabe lo buena que estaba yo antes, espere que le enseño una foto”.
- “No no como palmeras de chocolate ni donuts”.
- “Tengo un hijo que peso cuatro kilos y tenia menos barriga que ahora en el momento del parto”.
- “Mi marido va a pedir el divorcio”
El Buen doctor sonreía y me decia:” bueno, ya sabe usted el tiroides es algo complicado, los metabolismos cambian” (no quiero no pensar como me voy a poner con la menopausia), no puedo recetarle nada mas que la hormona que ya esta tomando. Al final ya harta de que la conclusión fuera: es usted gorda resignese. Le dije: ¿y si me receta ir a “Supervivientes”? Claro, se partio de risa (estaba claro que veia el programa. Pero luego me lo pensé mejor y le dije; “no déjelo que seguro que no adelgazaba nada y me acusaban de robar el pan Bimbo”.
Así que resignada, le pregunte por el nuevo medicamento para adelgazar “Allí” y le pareció bien (debía tener una gana loca de que me largara), pero claro “no lo receta la SS (que raro verdad?).
Bien, ya lo tengo, son unas pastillitas muy monas de color azul Viagra, que he empezado a tomar. Ya os contare aunque no confió mucho...
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